miércoles, 19 de octubre de 2011

"Déjame entrar" Un cuento de niños...con vampiros


"El bosque, que desde hacía un par de años le parecía amenazador, un refugio para sus enemigos, era ahora su casa y amparo. Los árboles se apartaban con respeto a su paso. No sentía ni siquiera una pizca de miedo, aunque empezaba a oscurecer del todo. Ninguna inquietud al pensar en el día siguiente: que trajera consigo lo que quisiera. Aquella noche iba a dormir bien.

Cuando llegó otra vez al patio se sentó un momento en el borde del parquecito de arena para tranquilizarse un poco antes de subir a casa. Mañana tendría que conseguir un cuchillo mejor, un cuchillo con seguro de parada, o como se llamara... deslizamiento, para no cortarse de nuevo.
Porque aquello lo iba a repetir más veces.

Era un buen juego."        Fragmento de "Déjame entrar"

Tal vez es porque yo soy un poco morboso o porque o realmente he sabido ver la historia que la sangre y la crueldad de John Avdije me ocultan. A mi “Déjame entrar” me gusta. Este libro marca una antes y un después en todos los temas que toca.
Olviden a esos guapos vampiros ñoños de Crepúsculo. También de Drácula y su erotismo místico. Imaginen a una niña famélica pero dulce, que en realidad es una criatura alimentada por la sangre, y únanlo a un niño menospreciado pero soñador, y piensen en una historia de amor.
Portada de la novela "Déjame entrar"
Oskar lo pasa mal en la escuela. Allí es “el cerdo” y un grupo de abusones lo esperan a la salida de clase continuamente hasta que Eli se cruza en su camino una buena noche.
Eli, por otro lado, es un vampiro con aspecto de niño, de la misma edad que Oskar, 12 años. Vive con Hakan, un pederasta que le consigue la sangre que necesita a cambio de tocamientos.
Hay momentos en los que realmente parece tratarse del amigo imaginario de Oskar, sin embargo, a mitad de la novela muestra su verdadero potencial y abre su apasionante historia, de modo que pasa de ser el personaje más frío y superficial al más vulnerable y profundo.
Juntos viven una historia de amistad y amor inocente que no dejará indiferente al lector.
“Déjame entrar” no es un libro de vampiros, tampoco es una novela de terror, ni siquiera un romance. Se trata de un cuento de niños extenso, capaz de poner los pelos de punta al más adulto por la crudeza de las escenas. A pesar de tratarse de un texto fantástico, muestra el aspecto más marginal y realista de los suburbios de la Suecia de los años 80. Una historia bizarra pero dulce, tal vez algo lenta y sosa para los amantes de la sangre gratuita y las vísceras, que sin duda preferirán las adaptaciones cinematográficas del mismo nombre.
En definitiva, pura originalidad de la pluma de John Avdije, que ha sido capaz de mezclar los aspectos más perturbadores de la mente humana con el amor, la fantasía, la injusticia y la superación personal en un contexto perfectamente factible.
Desde el norte de Europa nos trae un relato frío y triste, crudo como sus inviernos. Un thriller mezclado con drama de color gris, que nos invita a entrar en la vida de estos dos pequeños niños y su enorme mundo lleno de significado.

Este libro ha sido adaptado al cine en dos ocasiones: la primera película, sueca, y un segundo remake americano.

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