La película, dirigida por Sean Penn y basada en el libro del alpinista y periodista Jon Krakauer, se entrenó en el año 2007 y cuenta la historia de un joven recién graduado que, insatisfecho con su cómoda vida, escapa de todo en búsqueda del verdadero sentido de su existencia. Christopher McCandless (extraordinariamente interpretado por Emile Hirsch) deja atrás todas sus pertenencias y dona a una ONG los 24.000 dólares que tenía ahorrados para ir a Harvard, para cumplir la ambición materialista que sus padres, perfectos representantes de la sociedad convencional, tenían pensada para él. Chris, harto del vacío que para él supone este plan de vida, se cambia el nombre haciéndose llamar ahora Alexander Supertramp y decide partir rumbo a Alaska con apenas lo puesto y sin avisar a nadie, ni siquiera a su hermana con quien tanto empatizaba. Allí tratará de fundirse con la naturaleza más cruda hasta lograr encontrar esa plenitud vital que le era imposible hallar en su California natal.
La historia está basada en hechos reales. Así pues, el libro de Krakauer no es más que una excelente recopilación de fragmentos del diario del protagonista y de testimonios de la gente por la que el joven fue dejando una huella imborrable durante el transcurso de su aventura. Es más, algunos de los personajes que aparecen en el film no están interpretados por actores sino que las personas reales en las que estos se basan. Del mismo modo, las conversaciones que con ellas mantiene Chris, son las mismas que verdaderamente se dieron en el momento y los fragmentos del diario que Alexander Supertramp escribe de vez en cuando aparecen literalmente tal y como el chico los escribió entonces.
Estructura
El modo en que se desarrolla la historia en la película es admirable: dos líneas narrativas que se entrecruzan utilizando magistralmente el flashback dejando en todo momento claro al espectador por donde continúa la aventura.
Por un lado, la visión de Alexander en el tiempo presente, durante los 113 días que pasa en las montañas. Su deterioro físico y cada una de las conclusiones a las que este va llegando son el fundamento de las escenas de esta parte de la película.
“Lo mejor que puedo hacer con la muerte es tratar de aprovechar la vida”
“¿Y si yo fuera sonriendo y corriendo a vuestros brazos? ¿Veríais lo mismo que yo veo ahora?”
“He leído en algún sitio que en la vida no es necesariamente importante ser fuerte, sino sentir que lo eres, aunque sólo sea una vez. Ponerte a prueba para sentirte invencible.”
“La felicidad sólo es real si es compartida”
Por el otro, la voz de la hermana que a base de retrocesos en el tiempo cuenta como vivieron. Admirable la decisión del director de no ahorrarnos esta parte de la historia. La cara mala del romanticismo: el sufrimiento que conlleva lanzarse a realizar esa aventura idealista sin tener en cuenta el dolor que vas dejando atrás.
Eddie Vedder
Es imposible hablar de esta película sin mencionar la banda sonora. Las canciones de Eddie Vedder, vocalista y compositor de Pearl Jam, uno de los grupos de grunge más famosos de Estados Unidos, llenan los momentos más íntimos de esta historia que hacen que a cualquiera se le pongan los pelos de punta. La música, obra de Michael Brook, Kaki King y del propio Eddie Vedder aparece como el perfecto apoyo que, al lado de las imágenes, invita a soñar con la posibilidad de alcanzar la plenitud, esa felicidad objetivo último del ser humano.
estoy de acuerdo con el titulo
ResponderEliminarMe encantó esta película. Es de esas que trascienden, porque se dirigen a los llamados más profundamente vitales del ser humano. Además, esta crítica cinematográfica está muy bien hecha y se agradece.
ResponderEliminarUna pelicula que recomiendo totalmente!!!
ResponderEliminarAmalia|Dosfarma.com
Peliculón!
ResponderEliminarSaludos | Farmaciasdirect