Es lo más importante. A la hora de aplicar cremas hidratantes la
limpieza es lo primero que se debe de tener en cuenta. La piel absorberá
mejor la crema hidratante si la cara está limpia. El mejor momento: al
salir de la ducha.
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Exfolia tu piel al menos una vez por semana
Es un hábito que te ayudará a eliminar las impurezas y puntos negros
de tu piel. Procura buscar un exfoliante natural, algunas marcas se
venden como exfoliantes milagrosos y su efectividad se basa únicamente
en lo agresivos que son para tu piel.
Úsalo durante la ducha o después de hacer ejercicio, el calor hace
que los poros se dilaten y que el producto sea más efectivo. Notarás tu
piel mucho más suave después de la exfoliación.
Las pieles blancas son las más sensibles a los rayos solares. Esto
provoca manchas en la piel y arrugas. El consejo es aplicable para las
pieles morenas, sin embargo, éstas notarán menos los efectos.
Cuidado al tomar el sol a ciertas horas. Los daños en la piel son
visibles a largo plazo, no es cuestión de semanas. Si eres joven y
quieres conservar una piel bonita, se constante y utiliza crema de
protección 30 o superior cada día.
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En invierno la piel sufre también, cuídala
El frío intenso, el viento y otros factores causan sequedad y grietas
en la piel. Acostúmbrate a aplicarte crema hidratante al llegar a casa y
a evitar los cambios bruscos de temperatura.
Las rojeces son un problema para las pieles blancas y sensibles. Un
truco para proteger y conservar tu piel del frío en los meses de
invierno es usar crema solar. Hará las veces de barrera y se notará la
diferencia.
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Acostúmbrate a desmaquillarte
El maquillaje es agresivo con tu piel, y además deja toxinas
perjudiciales. Utiliza aceite de almendras o una leche desmaquilladora,
luego usa un tónico y crema hidratante. Solo te quitará 10 minutos y tu
cuerpo lo agradecerá.
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El cloro y la cal: los peores enemigos
Las ciudades grandes cuentan con esa desventaja. Es probable que
notes como después de la ducha, si no usas productos que lo
contrarresten, sientas tu cara y tu pelo resecos y con menos vida y
brillo. Eso se debe a los productos que contiene el agua de las ciudades
que la hacen potable.
Infórmate de la dureza del agua de tu ciudad. Si es dura, es doblemente importante el uso de una crema hidratante.
No todas las pieles son iguales. Acude a un dermatólogo y que te
recomiende las cremas más adecuadas para la tuya. No necesita los mismos
cuidados una piel grasa que una piel seca. La edad también es un factor
a considerar. Los productos que requiera un adolescente no son los
mismos que los de una persona que pase los 30 años.
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Acude a los tratamientos de los profesiones
La limpieza de cutis, ampollas de vitaminas y rellenos de
hialurónico, son mucho más efectivos que cualquier tratamiento. Acude a
ellos al menos cada 6 meses. Se notará la diferencia y te sentirás
mejor.
Es lo más importante. El cuerpo requiere de unos cuidados regulares.
No basta con cuidarse una vez por semana. Procura que lo poco o mucho
que hagas sea cada día. Tal vez los efectos no sean inmediatos, pero en
unos meses tu entorno notará el cambio y tú te verás mucho mejor.
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